Cuando comienza y cuando termina el movimiento moderno en Cuba

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Mario Coyula en su papel de provocador lanzaría una pregunta en el evento DOCOMO CUBA 2011, en la Biblioteca Pública Raúl Martínez Villena en su segunda sesión del segundo día, que tiene el valor de poder repetirse sin agotarse e incluso de convocar a eventos. A menos de un mes de ser lanzada en público aún sigue rodando y como prueba de esto surge este texto donde se pretende ampliar la respuesta que dí en dicho evento, esto a petición de un amigo. Más que pretender una respuesta conclusiva ya que la respuesta tiene el don de ser infinitamente abarcadora me encamino a un esbozo, además de utilizar esta ocasión para tocar otros asuntos aunque de forma ligera.

 

Bueno en cuestión lo que Mario Coyula pregunta es: ¿Cuando comienza el movimiento moderno en Cuba y cuando termina?

 

Evidentemente el tema de la pregunta implica un trabajo desde lo histórico, por lo que habría que recordar los historiadores dividen el devenir humano por períodos (históricos) para poder estudiar lo que los hombres han hecho en el tiempo, pero estas divisiones son artificiales cuando sabemos que el tiempo avanza indefinidamente, al menos de forma líneal, sin contar con otras teorías del decursar del tiempo que no vienen a colación. De lo que puede concluirse que todo lo que se debería tratar  de hacer aquí sería tantear una fecha, además que esa tarea es mucho más difícil cuando dicho movimiento no tiene acta, ni otro documento con fecha donde sus participantes digan  que van a comenzar el movimiento moderno.

Para estructurar una respuesta clara deberíamos hacer la segmentación de la pregunta en dos partes, sin que esta pierda su sentido, trabajemos con la primera   ¿cuando comienza el movimiento moderno en Cuba?, dejando para luego  ¿cuando termina el movimiento moderno en Cuba?

 

¿Cuando comienza el movimiento moderno en Cuba?

 

Aclarar que de ahora en adelante en el texto al movimiento moderno lo nombraré como MOMO por comodidad.

 

Para elabora la primera respuesta tal quedo establecida arriba se abren tres opciones:

 

1.     Determinar el comienzo por un documento personal que tenga este carácter. No me refiero a un documento colectivo porque como plantee anteriormente no conozco de la existencia del mismo.

2.     Determinar el comienzo por una obra, o un conjunto de estas que tengan los indicadores del MOMO.

3.     Determinar el comienzo por la acción inicial del movimiento.

 

La primera opción nos haría remontarnos a textos como los de Martínez Inclán del 49 o de Eugenio Batista La casa cubana[i], o de Ricardo Porro El espacio en la arquitectura tradicional cubana[ii] o de Alejo Carpentier La ciudad de las columnas[iii] que son en alguna medida posiciones teóricas o  manifiesto. Excepto el de Martínez Inclán, todos los demás son textos teóricos retroactivo ya que están publicado en los 60s,  cuando ya se veía al menos una década antes que las obras con rasgos del MOMO se estaban construyendo. Por lo que no marcarían esa fecha que tanteamos. Quizás el texto de Martínez pudiera valorarse pero no soy partidario de que un movimiento puede tomar una fundación a partir de un solo miembro.

 

En cuanto a la segunda opción frente a determinar el inicio del MOMO por una obra como actualmente se hace señalando el edificio de apartamentos de Justo Carrillo de 1931, proyectado por Martínez Inclán parece ser más adecuado señalarlo con un conjunto de obras. Daré mis razones: al hablar de un movimiento, estamos refiriéndonos a una colectividad, por lo que esta debe ser representada por un colectividad. La otra razón esta relacionada con la morfología del citado edificio donde la esquina es resuelta con una curva cara a lo Streamline que en el lenguaje MOMO se hubiese resuelto en chanfle (buscando el ángulo recto)  como sucede con el edificio de la Partagas (también del MOMO) de la acera enfrente a este.

 

Por lo que yo prefiero para marcar ese inicio del MOMO con una acción del movimiento entorno al 1947 con la famosa quema del Vignola[iv], ya que este hecho como ninguno otro marca una demostración colectiva, en contra del ornamento principalmente (archienemigo de la modernidad),  que tendría entre sus principales actores algunos de los que serían los mejores representantes del MOMO (Ricardo Porro, Hugo D’Acosta y Nicolás Quintana, que a la vez tenían a profesores como Martínez Inclán y otro de modo espiritual como Eugenio Batista). También esta fecha coincide con el entorno de fechas de construcción de los edificios definitivamente modernos como el Radiocentro (1947), la Casa de José Noval Cueto (1949),  entre otros indiscutibles representantes edilicios del MOMO.

 

¿Donde termina el movimiento moderno?

 

Creo que es aquí donde puedo hacer mis apuntes más sagaces y personales. Sin la ortodoxia de los tramos que han marcado los historiadores de arquitectura para Cuba que pondría a los 50s, 60s y 70s como décadas del MOMO, comenzando en los 80 hasta la actualidad como años postmodernistas y deconstructivistas, para mí es más correcto analizar que el movimiento moderno, su pensar a veces, su estética en otras ocasiones, y a veces ambas cosas juntas no han quedado en esas décadas sino que han continuado hasta hoy, es decir se ha solapado con la década del 80, 90 y ha resurgido en los 2000 fuertemente en la enseñanza, abajo doy mis razones.

 

Los hacedores del MOMO con el triunfo de la Revolución emigran en su gran mayoría, quedando como fuerza laboral algunos de ellos que eran profesores y sus alumnos. De modo que queda la interrogante que si las cosas hubieran continuado igual hasta donde hubiera llegado este movimiento, pero los hechos históricos fragmentaron esta línea planteando un punto de bifurcación donde algunos continuaron esta línea con nuevos programas y deficiencias materiales (los que se unieron a la Revolución ) y otros salieron de la escena nacional. En este nuevo escenario ya hay que hablar de un subgrupo del MOMO o quien sabe de un nuevo MOMO, o de su evolución a la vez que se le unen nuevos actores como son Gotardi, Baroni, etc, venidos de Italia y otros emigrantes. A la vez este subgrupo tuvo que tomar a su cuidado la formación de los nuevos arquitectos transmitiendo así sus enseñanzas modernas a sus alumnos.

 

Veamos las causas de que los contenidos de la enseñanza hoy son  principalmente modernos.

  1. Por el gran impacto de libros modernos como Teoría de la arquitectura de Enrico Tedeshi, a la vez el poco impacto de Complejidad y contradicción en la arquitectura de Robert Venturi, unas de las tesis iniciadoras del postmodernismo
  2. Porque aún se continúa enseñando en el Curso Básico de Diseño  la  “buena forma”, de claridad, de simplicidad, las formas básicas de la Escuela Bahaus, juntos a las leyes de la Gestalt como exclusiva forma de diseñar y ni siquiera se trata de la “mala forma” de los postmodernos y mucho menos ejercitarla. Y porque cuando se le aceptan es bajo un funcionalismo moderno y se somete a estas leyes.
  3. Porque los historiadores como Roberto Segre o críticos como el mismo  Coyula tengan una formación eminentemente moderna y todos sus puntos de vista sean para ensalzar al MOMO. O porque estos a la hora juzgar todo el postmodernismo (como lo que pasaría en el mundo después de el fracaso de la modernidad) lo hagan desde una posición moderna. Esta actitud no puede acarrear otro resultado que toda la arquitectura de la postmodernidad terminen condenada, por supuesto si como ya apunten, a la hora de evaluarlo, utilizan un sistema de valores opuesto por definición, por ejemplo para los modernos el ornamento que es crimen para los postmoderno es un vínculo con el usuario, para los modernos less is more (menos e más) para los postmoderno less is bore (menos es aburrimiento).
  4. Los profesores de la asignatura proyectos son quienes al final determinan, más que los profesores de teoría e historia de la arquitectura, al futuro arquitecto y estos tienen una visión del proyecto desde lo moderno.

 

Otro aspecto a parte de la enseñanza es el rescate de esta arquitectura moderna como la única valiosa jamás producida en Cuba junto a la colonial y que sus arquitectos se han convertidos en paradigmas. Punto donde no ahondaré porque es de todos conocidos, por experimentarlo directamente. Este rescate principalmente por justicia histórica, pero también porque los grandes proyectos arquitectónicos más recientes han fallado en muchos aspecto como son la Arboledas (inconclusa), las casas de bajo costo (pésimas constructiva y estéticamente hablando), los talleres de rehabilitación del barrio (faltos de energías), el único modelo de gestión y de arquitectura que parece triunfar es el Centro Histórico de la Habana Vieja. También este resurgir de sus cenizas del MOMO si se quiere, tiene como a unos de sus principales impulsores y defensores  a Eduardo Luís Rodríguez y otros de su generación, que fueron de la cabeza del movimiento cubano postmoderno[v] y por lo que lógicamente serían los más indicados para contrarrestar, si se quisiera, la vitalidad del MOMO.

 

Otro aspecto, y no por último menos importante, es el gran peso que las construcciones de esa estética tienen, debido a su masividad en nuestro país haciéndose omnipresente, omniviva, onmiformadora, si se aceptan esto neologismos. Eso por supuesto hablando de la arquitectura popular moderna y no de las obras maestras ya más localizadas. Este también sería un aspecto para medir el comienzo del MOMO a nivel popular, pero eso es asignatura pendiente. Y es la arquitectura que aún se sigue encargando a albañiles o ¨arquitectos independientes¨ aunque en algunos casos elementos modernos cultos se mezclan con otros populares o históricos, es decir como si hubiese una actitud postmoderna.

Conclusión

De modo que me parece que el MOMO sigue vivo por la enseñanza universitaria (tanto en el proyecto como en la teoría) y por el gran número que tienen estas obras en nuestro entorno por ende en el imaginario colectivo, y porque no hemos visto nada más nuevo en una masividad tal que sobrepase a las construcciones del MOMO. Ahora el carácter de continuar vivo no quiere decir que quede intacto, y aquí ya estoy respondiendo cuando termina el MOMO, creo que lo que más se salva es su estéticas su forma de pensar el proyecto, pero lo que esta muerto al menos en lo que respecta a la vivienda que se evidenció en los 60s fue su utopía de resolver la vivienda para todos ya que en la actualidad (90s y 2000s) se busca no grandes urbanizaciones sino ¨rellenar¨ lotes dentro de las ciudades tradicionales con un o algunos edificios.

 

Como recuerdo apunte que el MOMO se solapaba con otros períodos pero además de solaparse también contamina. Veamos esa contaminación la arquitectura de la etapa cubana de la postmodernidad compuesta por el neohistoricismo, el deconstructivismos y el supermodernismo o estructuralismo. Primero el neohistoricismo tuvo varias recetas todas relacionadas con la uso de las referencias históricas: una método es la cita[vi] que consiste en tomar ese elemento de referencia directamente y incluirlo en la obra de modo que sea reconocible su referencia, el otro método mas distante es el de la toma de la referencia para ser transformada, reduciéndola a formas básicas,  y luego incluirla en la obra donde casi o no es reconocible su origen. En el caso del neohistoricismo que prevaleció en Cuba fue el que uso este método de transformación de la referencia método usado por Aldo Rossi que se difundió mucho por esos años y método muy cerca metodología de las formas básica de las escuelas modernas. La modernidad preparo el terreno para que fuera este método neohistoricista el que se impusiera y no el otro, además de que la cita pareció usarse más en Norteamérica con quienes las relaciones son diferentes. Pasando del método se comprueba que es una arquitectura de volumetrismo que  tiene su patrones en la arquitectura moderna, nótense los balcones, el tipo de fenestración y sobre todo la disposición espacial, puramente moderna y en los casos más felices heredera de aquella pero no por mucho. Luego en cuanto materiales este postmodernismo esta muy limitado porque nace en medio de un Período especial donde lo único que puede es ofrecerle bloque, carpintería de madera, y poco más no permitiéndole marcar una despegue material con la arquitectura mas pedestre moderna de los 70s. Pero creo que la gran huella de esta contaminación es que se recurriera a este tratar de recuperar elemento históricos transformándolos, decir arcos de medios puntos llevándoles a arcos de hormigón con pinturas de colores primarios, y no se optara por un citar tal y tal arco en especifico para pasar a las burlas, o criticas o contrapunteos más fuertes entres postmodernismo con el MOMO.

 

El deconstructivismo con una producción numérica mucho más exigua, apenas logra articular volúmenes o piezas estereométricamente definidas (muy construidos) de manera más o menos deconstruidas por lo que apenas es propicio hablar de deconstructivismo en Cuba. Aunque en la primera década de este ciclo, se han realizado, a nivel de proyectos, piezas muchos más apropiadas con estas tendencias que en los 90s. Sin embargo La Terminal de área de vuelos ejecutivos en el aeropuerto ¨A. Maceo¨, en Santiago de Cuba, de José Antonio Choy es el único edificio que logra mostrar ese tan buscado desequilibrio, angulaciones y encuentros fortuitos.

 

Por último el supermodernismo o estructuralismo apenas ha logrado mostrar ejemplos que superen a la modernidad ya que están muy limitados por lo material como son los sistemas constructivos pocos flexibles, además de mala mano de obra.

 

Anexo. Arquitecturas modernas dudosas.

 

Otro aspecto que queda por ver es como algunas obras clasificadas tradicionalmente de modernas analizadas desde unas estéticas postmoderna clasifican como obras de esta. Vayamos a Venturi, este hablaba de preferir varias cosas, en principio la complejidad, la simetría y lo expresivo. Abajo apuntaré obras tradicionalmente como reflejan estas características:

 

·      Complejidad

Ejemplo la Casa de Rufino Álvarez del arq. Mario Romanach (Pág. 102 La arq del Movimiento Moderno…Editor Eduardo Luis) o la Casa de Isabel García del Arq. Juan Cristofolo y Alberto Hernández (Idem. Pág. 121)

 

·       Simetría

En otra obra de Romañach Edificio de apartamento de La Compañía de Inversiones en Bienes  y Bonos, S.A.

 

·      Expresiva

Y que decir de las casas excesivamente expresivas, expresionistas, figurativas de Ricardo Porro como la Casa de Timothy James Ennis.

 

 Lo que me hace pensar que se ha abusado de cronologismo para meter estas obras dentro de un mismo saco pudiéndose crear como un protopostmodernismo, y el otro aspecto es que a veces se descuida como pasa con obras de los setenta tener en cuenta que pueden estar influenciadas por teorías actuales para la épocas de otras tendencias anti modernas o estar tan influidas de la tradición cubana que terminará siendo postmoderna.

 

En fin que el MOMO este vivo y como virus viaja dentro de otras víctimas que  se dicen no MOMO, las alternativas al mismo no ha sido nada fuerte, gracias a esto ahora mismo nuestra arquitectura esta atrasada ensimismada en el pasado moderno, realmente con el estudio profundo y aplicación de lo que ha pasado después del MOMO podremos momiarlo, verlo críticamente y terminarlo. Esta es solo mi respuesta.

 

 



[i] Ver Revista Arquitectura y urbanismo

[ii] Ver compilación Concepcion Otero

[iii] Idem

[iv] Ver Revista Arquitectura y urbanismo texto de Eduardo Luis Rodríguez sobre la Quema del Vignola.

[v] Ver Arquitectura cuba # 375, 1992

[vi] Philip Johnson en su M&T  convertía la torre en una columna con tres citas a modo de fuste, capitel y base

 

 

Sergio Valdés García. (La Habana, 9 de mayo a 3 julio de 2011)

 

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